Bastaría si hubiese un abrazo
esperando solo bajo la lluvia,
aguardando un cálido resguardo
en tanto dure esta abulia.
Bajo la luz de la luna
y el brillo de las estrellas,
una cruel tortura
alejarse de aquellas centellas.
Pero aunque no las vuelva a ver
y no encuentre nunca la calma,
descansa por siempre mi alma
en este húmedo anochecer.
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