La luz se apaga.
La luz que veía en cada persona poco a poco se apaga. El mundo se vuelve cada vez más oscuro al tiempo que las últimas ascuas de extinguen.
La belleza que reside en cada ser humano, en cada lugar, en cada concepto, poco a poco deja de ser visible a mis ojos. ¿Será mi vista o será la cruda realidad?
Puede que el cosmos se vuelva más tenebroso a cada día o que mis sentidos se opaquen. Pero aún así, prenderé más mi propio fuego para poder iluminar lo que quede de mundo.
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